sábado, 1 de diciembre de 2007

El Pa'palote de Papel de Estaño (o la reunión de Led Zeppelin vista desde México).

1.
Desde una de las sillitas de el Palacio de Hierro (y que conste que nada tiene ver con la tienda departamental) en Orizaba, Vergacruz, MX; reporta para ustedes il capo di tutti le capi, Juan Enrique Bonzo, ejecutante al tepo, maracas y redoba de las composiciones de El Pa'palote de Papel de Estaño, colectivo musical veracruzano, originario de West Bronwich, Staffordshire, Catemaco; que estuvo integrado por el Príncipe Valiente en el tololoche, Santiago Página en la lira y Bobby Gardenias en los alaridos.

Nos iniciamos a finales de 1968 cuando el Santiago Página se encontraba buscando nuevos adictos ---perdón, nuevos adeptos para su siguiente proyecto musical. Hasta este glorioso año en que las conciencias comenzaron a despertar en el mundo entero y los chavos estuvieron dispuestos a canjear mentadas de madre por balas y macanazos, el Página había sido primero tololoche y después requinto de la banda de los Pájaros Reclutas ¡ah pa'pinche nombrecito! Sin embargo, a pesar de que nadie daba un quinto por su apelativo, estos güeyes se distinguieron durante su fugaz carrera por aquilatar un rock con raíces profundamente fincadas en el blues del Mississippi, como nadie por los rumbos de Yanga lo había conseguido. Además, estos cabecillas pudieron anotar a su favor que grandes figuras del blues como Sonny Boy Williamson, acudieron hasta estas latitudes para probar la minilla de anguila, el jarochito y echarse un palomazo con los Reclutas en las inmediaciones de Tierra Blanca. La influencia del blues sería una impronta indeleble en el Santiago, al igual que el son jarocho, la marimba y las coplas de los jaraneros.

Posteriormente ese año, al quedarse sin banda durante una serie de bailes por el delta de Alvarado, Xalapa y Tuxpan. Página tuvo que armar de volon-pin-pón un nuevo numerito para presentarse en las fechas que ya estaban vendidas y cosechar algo más que mentadas, las cuales ---dicho sea de paso--- vuelan en ese lugar ligeras como el canto de un ruiseñor. Acosado por una banda de cañeros de Motzorongo que pedían se les devolvieran las entradas, Santiago echó mano de sus brócolis y nos alineó para sacarlo de la rebimbiramba que se le venía encima. Sin mucho pensarlo nos bautizamos como los Nuevos Pájaros Reclutas ---¡qué güeva mental!--- y como pudimos, les llevamos nuestro arte a los petroleros en el norte del estado.

2.
Roberto Antonio de Padua (Bobby pa' pronto) Gardenias, había nacido a orillas de la laguna de Catemaco el 20 de agosto de 1948 y desde chiquillo se interesó por los tegogolos en pico de gallo, los topotes fritos y el canto. A los trece años se vino a la Pluviosilla para cantar, entre rifas de pollos rostizados y la ruidosa convivencia de los clientes del célebre bar "El Carioca", rolas de su tocayo Bobby Parker, Willie Dixon, el Piporro y demás reliquias del blues más añejo. Su voz poderosa y amplio registro vocal, pronto dejaron de manifiesto que el Gardenias estaba predestinado para las cimas más altas de la música jarocha. Por eso, cuando el Página se dio el roll por acá buscando quién lo sacara de su apuro y le ofreció la oportunidad de pegar de aullidos al frente de los Nuevos Pájaros Reclutas, el Gardenias, sin que mediara la intervención de Gonzalo Aguirre o algún otro brujo de la laguna, no lo pensó dos veces y aceptó.

Naturalmente las aspiraciones del Santiago, Bobby, el Príncipe Valiente y su insegoro servidur, no podrían materializarse con nombre tan pitero como el de los Nuevos Reclutas. Necesitábamos un nombre de guerra, el acero aprestad y el bridón y no más no la pegábamos. Fue cuando a uno de nuestros carnieles más entrañables, Kit "el auto increíble" Moon, baterista de los Quien de Tezonapa, se le ocurrió un nombre genial mientras entre broma y broma, navegaba con bandera de pendejo:

---Ese proyecto no va bien ---le dijo al Santiago desde su solio detrás de los tambores una tarde de ensayo y de caguamas. ---Si siguen como van, su carrera va a volar tan lejos como un Pa'palote (al chile no se claven) de Papel de Estaño.

Así fue. Algo más sagrado que un burrito de la Divina Providencia y Srila Prabhupada capeada en huevo nos había dado lo que estábamos buscando, y a partir de esa tarde comenzamos a llamarnos el Pa'palote de Papel de Estaño. Tanto nos gustó el nombrecito con que nos bautizó el Kit que cuando apareció nuestro primer acetato ---ni Julio Verne había soñado con los CD's---, decidimos de manera unánime llamar al chamaco por nuestras señas. Pa'palote de Papel de Estaño I apareció el 12 de enero de 1969 y estuvo marcado por el hecho de que en su grabación no se invirtieron más de 30 horas de estudio y casi no hubo ensayos: si íbamos a ser geniales, mamonearíamos con ello desde el principio.

A partir de ese momento, toda la energía y originalidad de la música de la cuenca del Papaloapan conquistó al mundo entero. Nuestro siguiente plato, Pa'palote de Papel de Estaño II ---¿pa'qué devanarse las mientes con títulos si lo que importaba era el contenido?--- desbancó del número 1 de las listas al Camino de la Abadía de los Bicles, banda arquetípica del Puerto y con quien los periodistas miopendejos insistían siempre en compararnos. En este material del 22 de octubre de 1969 vienen rolonones como Un Chorro de Amor y Rompecorazones. Para este momento, nuestras presentaciones comenzaban a convocar a la raza en serio e hicimos una gira por Chilapa, Maravatío, Zapopan y Culiacán, en la que la mayoría de las presentaciones abarcaron más de tres horas de chou.

El siguiente chamaco fue llamado Pa´palote de Papel de Estaño III y la neta, a la Crítica no le gustó. A pesar de que contenía rolas como Canción del Inmigrante ---en reconocimiento a la realidad de los mojados que hasta el día de hoy engrosan las filas de mano de obra barata en los Estamos Hundidos--- y Desde que te he estado (m)amando. Para estas alturas de la liguilla, el Santiago no resultó muy receptivo a los comentarios y al más puro estilo de la Janis Fragosoplin dijo "¡a la burguer todos!", por ello nuestro siguiente trabajo ---comúnmente conocido como Pa'palote de Papel de Estaño IV o ZOSO por una de las runas esotéricas que venían en el lomo--- no tenía, en su versión original, un solo elemento que permitiera la identificación del grupo; empero el disco pegó con tubo, qué digo con tubo ¡con varilla de 1 1/2 pulgada! Hasta la fecha es nuestra producción más vendida con cerca de 23 millones de copias certificadas (más descargas de internet y versiones piratas en el metro de la Cd. de México) y ocupa el cuarto lugar de los acetatoides más vendidos de todos los tiempos.

Sin más, es el disco en el que viene Escalera al Cielo.

3.
Posteriormente editamos Casas del Santo, el Enmascarado de Plata (el 28 de marzo de 1973, aunque el subtítulo no pudo colarse en la versión final); así como Grafiti Físico (el 24 de febrero de 1975). El primer LP fue polémico a causa de su portada: mostraba a unos escuincles encueraditos, saliendo de unos agujeros y escalando una especie de cuesta empedrada en las inmediaciones de Coatzacoalcos ¿cómo no va uno a ponerse el traje de Adán con semejante bochorno! Nuevamente se repetía el caso en que los críticos y el público en general ponían más atención a la forma que al contenido y el disco se prohibió en algunas partes de Uruapan, lo mismo que en Europa. Independientemente de esto, el plato tenía unas rolas muy buenas; verbi gratia: La Canción es la Misma, Jamaica (o el Cuchichí), la Canción de la Lluvia y Sin Dirección. Todas estas composiciones reflejaban una mayor madurez artrítica ---perdón, artística--- e influencias que se alejaban del blues de los primeros años y se encaminaban hacia un sonido más ecléctico, más audaz y con mucha cohesión: el Pa'palote de Papel de Estaño siempre fue considerada una banda de discos completos más que de sencillos y prueba de ello es que siempre grabamos lo que se nos hinchó la amígdala; en particular, la mayoría de nuestras composiciones rebasaban tranquilamente los tres minutos de rigor y, en ocasiones, las versiones en vivo podían prolongarse más allá de los veinticinco.

La tortilla que editamos en el 75 (de hecho era una tortilla doble) es considerada por muchos como la mejor de la bandera: después del ZOSO es nuestro álbum más vendido con 15 millones de copias, y amalgama temas que habían sido descartados de ostros discos con material nuevo: Casimir, En la Hora de mi Muerte, Casas del Santo, el Carvernario, Blue Demon & el Bulldog; así como Pisoteado, contrastaron la propuesta del disco anterior con los ritmos blueseros que habíamos tocado en los orígenes. La crítica fue benévola, las gruppies complacientes y las presentaciones apoteósicas y multitudinarias. Uno fácilmente podía preguntarse ¿qué puede salir mal?

4.

Sin embargo, algo salió mal. De hecho, fue el principio del fin para el Pa'palote. El mismo año en que Grafiti Físico sonaba desde Radio Éxitos hasta La Estación del Barrilito, el Bobby Gardenias sufrió de fiebre carbonosa ---i.e., un fuerte cabronazo---, en las Cumbres de Maltrata que lo Maltrató bastante a él y a su chava Maurín. Tan tremendo fue el ranazo y tan lenta la recuperación, que las sesiones de grabación para Presencia, que aparecería el 31 de marzo de 1976, tuvieron lugar con el Gardenias dulcemente sembrado en una silla de ruedas.

Para entonces los excesos de la banda eran la comidilla de los Fabiruchis y Origeles de aquella época, quienes los condimentaban con su buena dosis de chismes: que si viajábamos a nuestras giras en un avión privado, que si el Página compró la mansión de verano de la Paca y se estaba clavando en el oscurantismo, que si la voz del Gardenias estaba cambiando porque se había arreglado la dentadura o por el consumo de cocaína, que si yo, Juan Enrique Bonzo, nada más tiraba el dinero y la güeva poniéndome unas de albañil con mis cuadernos, etc., etc., etc. Lo cierto es que como pudimos produjimos una película (La Canción es la Misma) con grabaciones de un chou que dimos en el Blanquita, Neza York, en 1973, en las que intercalamos unas fantasías chaquetérrimas de cada uno de nosotros ---o al menos eso parecía, porque el Príncipe Valiente, muy en su papel, apareció para sorpresa de todos...¡Como Príncipe Valiente!

El son jarocho comenzaba a sucumbir bajo los ritmos punks provenientes de otras latitudes y la prensa llegó inclusive a catalogarnos como una "banda obsoleta". Tras volver a los escenarios en 1977, el amigo Gardenias fue visitado por la tragedia una vez más al morir su chilpayate de 7 años por culpa de unos tacos de achicalado que los irresponsables de sus jefes lo habían llevado a degustar en los alrededores del metro Martín Carrera. (N. de la R. Todos nuestros esfuerzos resultaron vanos al tratar de localizar este lugar en Orizaba. Suponemos que el sr. Bonzo debe estarse refiriendo a otra parte). Naturalmente, esto puso en duda la permanencia del Gardenias dentro del Pa'palote; sin embargo, fue posible ---aunque no fácil--- terminar un álbum más, 'ora sí el último, que vería la luz el glorioso 15 de agosto de 1979, día que siempre ha sido de buenos augurios y sin comparación en la historia del universo. El plato se llamó Entrando por la Puerta de Salida (o ¡Que Ganas de Estar Fregando!) y fue más doloroso de acabar que si a uno le extirparan una glándula gametogénica con tijeras de primaria: en ese momento, Santiago Página se había hecho adicto ---y no sólo adepto--- a la heroína, mientras que yo seguía tupiéndole hasta el éxtasis hepático al alcohol en todas sus manifestaciones. Como suele ocurrir en estos casos, el 25 de septiembre de 1980 y a causa de una inocente botellita de Merthiolate con la que buscaba curarme la cruda contraída después de una peda fantástica en casa del Sambriago, corrí la misma suerte que Jimi Hendrix, Bruce Lee o John Henry Bonham; es decir, me quedé dormido y me ahogé con mi propia guácara.

P.S.

El Pa'palote de Papel de Estaño se disolvió después de la muerte de Juan Enrique Bonzo; sin embargo, el contrato que tenían firmado con su disquera los obligaba a sacar otro disco. Los miembros restantes se negaron a grabar material nuevo sin Bonzo, por lo que ayudados de Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, tomaron el llavero, abuelita, y enseñaron lo poco inédito que tenían en el ropero: Codo vio la luz en 1982, a pesar de que estaba integrado por rolas descartadas de los discos anteriores y una que otra versión en vivo. Fieles al principio que les impidió grabar algo nuevo, el Bobby Gardenias, Santiago Página y el Príncipe Valiente no volvieron a tocar juntos... O casi, el próximo 10 de diciembre ---después de 27 años en la congeladora--- está anunciada una presentación en el Centro Cívico de Tezonapa con Juan Enrique Bonzo Jr. en el tepo, las maracas, el djambé y la redoba. ¡El Pa'palote de Papel de Estaño remonta el vuelo una vez más! ¡Arriba el son jarocho! ¡Larga vida a Led Zeppelin!





1 comentario:

Unknown dijo...

Ahora si, estoy segura, lo he comprobado, estas bien loco, pero no importa, te amo aún más. La Chata. Me encantó lo de la Fragosoplin, jajajajaja.